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Cómo componer un equipo con personas que se complementen

Topoguía — Itinerario

 

por Silvia Estrems

Después de un curso de formación, un participante formuló una pregunta dirigida a las facilitadoras en el formulario de evaluación:

«Las formadores son un equipo de dos personas que se complementan muy bien. Nos comentaron, durante el taller, que su personalidad respondía a que una de ellas era el hemisferio izquierdo del cerebro y la otra el hemisferio derecho, y que, gracias a ello, formaban un equipo complementario y compacto. Mi pregunta sería: ¿cómo nos podemos asegurar de que estén incluidas todas las personalidades/hemisferios del cerebro en un equipo, servicio o departamento para asegurar esta complementaridad?»

Bonita pregunta (aunque sabemos que las facilitadores estaban usando la idea de los dos hemisferios como una simplificación para hablar de sus diferencias).

¿Qué riesgos hay en no saber formar un equipo con personalidades distintas? Seguramente, depende de lo que el equipo, servicio o unidad deba hacer. Desde mi punto de vista, a corto plazo, hay pocos riesgos. Diría incluso que podemos encontrar que es mucho más fácil funcionar a diario porque pensamos y actuamos del mismo modo. Evita conflictos de comprensión. Pero, a medio y largo plazo, ya no es lo mismo. Si nuestro equipo incluye poca diversidad, vamos a sufrir por nuestra poca capacidad de poder cambiar de perspectiva para alcanzar nuestros objetivos (consulta la topoguía sobre la importancia de los cambios de perspectiva).

Por lo tanto, vale la pena tratar de diversificar cualquier equipo cuanto podamos para tener más éxito a medio y largo plazo.

Para formar un equipo con complementariedad máxima, os propongo los pasos siguientes:

  1. Observar la composición del equipo existente (o de las piezas ya definidas y no cuestionables) para determinar su grado de diversidad.
  2. Asegurar la diversidad básica: paridad de género, diversidad de edades y, si se puede, de culturas (país de origen de cada uno).
  3. Añadir la variable de las diferencias de personalidad o de cómo las personas estructuran la información. Se puede averiguar haciéndoles preguntas y prestando atención a sus respuestas. Una persona quizá responda de forma secuencial, analítica, punto por punto. Otra persona tal vez pueda ofrecer una perspectiva a nivel global y añadir referencias a sensaciones de los sentidos. Una persona puede fijarse en los detalles de unas oficinas y otra se puede fijar en el ambiente que se respira. Los comentarios que una y otra puedan hacer para empezar una conversación serán distintos.

Estos niveles de diversidad ya nos permiten garantizar resultados excelentes a medio y largo plazo.

Si queremos ser sobresalientes, podemos usar los resultados de investigaciones que se pueden encontrar en Internet — en particular las publicaciones de los sociólogos Laurent Thévenot, Luc Boltanski y Ève Chiapello sobre los siete mundos (De la justification, Les économies de la grandeur y Le nouvel esprit du capitalisme).

Cada persona tiene su propia referencia para tomar decisiones. Cada referencia es una mezcla de siete criterios que detallo a continuación.

  • Inspiración. Valora las ideas, la toma de riesgos. Es disruptivo.
  • Doméstico. Reconoce la fuerza de la jerarquía, de la tradición y de pertenecer a un entorno. Aprecia hacer crecer a su equipo, ser referente.
  • Opinión. Valora ser considerado por la multitud. Le gusta ser visible en los medios.
  • Cívico. Cree en las leyes, la adhesión y la solidaridad. Se involucra en acciones sociales y causas globales.
  • Mercantil. Valora la riqueza, lo que tiene valor, el interés comercial. Le interesa ganar personalmente.
  • Industrial. Reconoce el control, los recursos, la productividad. Los métodos, los procesos y las mejoras organizativas le interesan.
  • Proyecto. Valora los proyectos, la actividad, relacionarse con muchos. Dedicarse a varios proyectos a la vez le motiva.

Saber reconocer la referencia de cada persona nos permite asegurar que tenemos un equipo compuesto de personalidades complementarias.

Cómo componer un equipo complementario es un reto que deberían plantearse muchos colectivos por las ventajas que trae a medio y largo plazo.